jueves, 27 de junio de 2013

NUEVOS PROCESOS PEDAGÓGICOS "FLIPPED CLASSROOM"



¿Qué es Flip Teaching, Flipped Classroom o Clase Inversa?
Para entender mejor que es el Flipped Classroom o Clase Invertida, echemos un vistazo al siguiente vídeo:


Podríamos decir que es el mundo al revés, en el aula se hace lo que se haría en casa y en casa lo del aula (por eso lo de clase inversa). Esto es,  el alumnado en casa asiste a una lección magistral sin el profesor y en clase hace los deberes con el profesor.

¿Cómo será la clase del futuro? O ¿Qué es la “flipped classroom”?

Un nuevo método de enseñanza está cambiando el modelo tradicional de clase. 

¿Qué es la “flipped clasroom” y por qué ahora?

Muchos educadores están experimentando con el modelo de “flipped classroom” o “clase del revés”.

¿Pero en qué consiste?

Esta técnica invierte los modelos tradicionales de enseñanza, dando instrucciones online desde fuera de la clase y trasladando los deberes dentro de la clase. El método tradicional representa al profesor como la persona que imparte la clase y manda deberes para el día siguiente. En el nuevo modelo el profesor permanece a un lado ejerciendo como guía y mientras que los alumnos trabajan en la clase. El modelo requiere que los alumnos vean los videos online en casa, en su propio espacio, en constante comunicación con otros alumnos y profesores mediante debates online. Es en la clase en donde los conceptos se afianzan con la ayuda del profesor.
La tecnología y las actividades de aprendizaje son dos componentes clave de este nuevo modelo. Ambos influencian el entorno de aprendizaje del estudiante de manera fundamental.

¿Cómo apareció?

Muchos factores influenciaron la creación y adopción del modelo de la “clase al revés”
Sin embargo dos innovadores jugaron un papel fundamental, los profesores Jonathan Bergman y Aarom Sams del instituto Woodland Park en Colorado, EEUU. En el año 2007 descubrieron un software para grabar presentaciones en PowerPoint y publicaron las lecciones en internet para aquellos estudiantes que habían faltado a las clases. Las lecciones online se fueron ampliando y se propagaron rápidamente. Ambos profesores comenzaron a dar charlas a otros profesores sobre sus métodos de enseñanza así que el resto de profesores comenzaron a usar los videos online y video podcasts para enseñar a los alumnos fuera del aula, reservando el tiempo de clase para ejercicios en grupo y ejercicios de revisión de conceptos.

¿Por qué se está llevando a cabo?

Por dos motivos, en primer lugar por las cifras alarmantes de abandono escolar, ya que 1.300.000 alumnos dejan los estudios cada año en EEUU. Y porque sólo el 69% de los estudiantes acaban los estudios. Y en segundo lugar por la posibilidad tecnológica de los videos online y del acceso de los estudiantes a la tecnología.

En un instituto de Detroit, se realizó de la siguiente forma:
  • Los profesores crearon 3 videos por semana de entre 5 a 7 minutos de duración
  • Los estudiantes vieron los videos desde casa
  • El tiempo de clase fue empleado para actividades en grupo para ilustrar los conceptos.

Así los estudiantes reciben un feedback instantáneo ya que los profesores tienen más tiempo para ayudar a los estudiantes y explicar los conceptos mas difíciles. Además los estudiantes no se sienten tan frustrados ya que trabajar en clase minimiza este problema. Los profesores revisan los conceptos que los estudiantes no comprenden ya que resuelven las cuestiones que plantean de forma individual y una vez en clase apoyan a los alumnos que no tengan acceso a internet o carezcan de la ayuda de sus padres en casa.

Los resultados fueron asombrosos como podemos observar:
                                                                                          % supenso
Asignatura                                   % suspenso           “Flipped Classroom”
Lengua                                                      50                                19
Matemáticas                                             44                                13
Partes por mal comportamiento             736                              249

martes, 25 de junio de 2013

ORTOGRAFÍA, La importancia de las tildes.

¿SERÁ IMPORTANTE  LA ACENTUACIÓN?

Uno de los errores más frecuentes que existe en la redacción es el que está relacionado con la colocación de las tildes. Lo primero que hay que establecer es que la acentuación pertenece única y exclusivamente al habla; es una noción fonética, prosódica; es decir que siempre está presente en todas las palabras que pronunciamos.

Por naturaleza, cuando pronunciamos una palabra, dentro de ella hay una sílaba en la que recae la fuerza de la pronunciación; esa vocal se denomina tónica, de tono-fuerza y las demás son átonas, sin tono-fuerza.
Todas las palabras, por ende, tiene sus acentos; lo que sucede es que en la escritura la tilde se marca de acuerdo con ciertas reglas generales y particulares.

En nuestro idioma, hay que marcarle las tilde a todas las palabras que lo admitan (así sean minúsculas o mayúsculas), ya que en nuestra lengua la tilde le cambia el significado a las palabras. 

EL ACENTO: 
Cuando articulamos una palabra, inevitablemente pronunciamos una sílaba con mayor fuerza o intensidad que las demás. Por ejemplo, en las palabras vejez, rojo y pago hay sílabas que se pronuncian con mayor fuerza que las demás.
Esa diferencia de fuerza o intensidad determina una diferencia fonética, o sea, que una sílaba resalta en cada expresión, con respecto a las demás. Pues bien, esa mayor fuerza con que pronunciamos una sílaba en cada palabra, es el acento. Y la sílaba que realzamos mediante el acento se llama tónica, las demás reciben el nombre de átonas.
El acento es de naturaleza fonética por lo que corresponde al habla, a la pronunciación. Esto implica que el acento siempre se pronuncia. Es decir, éste siempre es prosódico (parte de la gramática que enseña la correcta pronunciación). Pero el acento puede diferenciar el significado de algunas palabras, según varíe la sílaba tónica (la posición del acento en la palabra):
1-Líquido----liquido------liquidó.
2-Insulto----insultó.

Es precisamente la función fonológica (rama de la lingüística que estudia los elementos fónicos, atendiendo a su valor distintivo y funcional) que tiene el acento en español, lo que explica la importancia de indicar la sílaba tónica en la escritura. En el habla, la sílaba tónica se marca por la diferencia de intensidad.

LA TILDE:
La tilde (´) corresponde a la escritura.
Es la representación gráfica de del acento. Pero no en todas ocasiones, la sílaba tónica de las palabras escritas se señala con tilde. De ahí, la necesidad de establecer reglas que pauten su uso. 
Cómo se logra el uso adecuado de la tildeSi desea dominar, me imagino que sí, plenamente el problema de la acentuación, solo tiene que seguir estas cinco pautas: 
  • Cree el hábito de identificar la sílaba tónica: No es posible señalar el acento con certeza, si no se sabe cuál es la sílaba tónica. Por eso, lo primero que hay que hacer es desarrollar la habilidad de ubicar el acento en las palabras, y crear ese hábito.
  • El procedimiento más sencillo, cuando se tiene dudas para determinar la sílaba tónica, es pronunciar la palabra cuantas veces pueda.
  • Por exclusión, se elegirá aquella pronunciación que no nos resulte extraña o sea, se descartan aquellas pronunciaciones que suenen extrañas, hagamos un ejercicio: Míercoles-----miércoles---miercoles----miercolés, con este simple ejercicio nos damos cuenta qué sílaba es la tónica.
  • Aprenda y tenga pendiente las reglas generales de acentuación.
  •  La identificación de la sílaba tónica es sólo la base para la aplicación de las reglas de acentuación. Ahora procederemos a estudiar esas reglas, para luego emplearlas constantemente.



lunes, 24 de junio de 2013

PARA REFLEXIONAR...

EL PESCADOR

En cierta ocasión iba un ejecutivo paseando por una bonita playa vestido con sus bermudas, sus gafas de sol, su polo, su gorra, su reloj, su calzado deportivo, su móvil colgado de la cintura y su gomina en el pelo ( todo excesivamente de marca).

Eran las dos del mediodía cuando se encontró con un pescador que felizmente recogía sus redes llenas de pescado y amarraba su pequeña barca. El ejecutivo se le acercó…

- ¡Ejem! Perdone, pero le he visto llegar con el barco y descargar el pescado… ¿No es muy temprano para volver de faenar?

El pescador le miró de reojo y, sonriendo mientras recogía sus redes, le dijo:
- ¿Temprano? ¿Por qué lo dices? De hecho yo ya he terminado mi jornada de trabajo y he pescado lo que necesito.
- ¿Ya ha terminado hoy de trabajar? ¿A las dos de la tarde? ¿Cómo es eso posible? – dijo incrédulo, el ejecutivo.

El pescador, sorprendido por la pregunta, le respondió:
-Mire, yo me levanto por la mañana a eso de las nueve, desayuno con mi mujer y mis hijos, luego les acompaño al colegio, y a eso de las diez me subo a mi barca, salgo a pescar, faeno durante cuatro horas y a las dos estoy de vuelta. Con lo que obtengo en esas cuatro horas tengo suficiente para que vivamos mi familia y yo, sin holguras, pero felizmente. Luego voy a casa, como tranquilamente, hago la siesta, voy a recoger a los niños al colegio con mi mujer, paseamos y conversamos con los amigos, volvemos a casa, cenamos y nos metemos en la cama, felices.
El ejecutivo intervino llevado por una irrefrenable necesidad de hacer de consultor del pescador:
- Verá, si me lo permite, le diré que está usted cometiendo una grave error en la gestión de su negocio y que el “coste de oportunidad” que está pagando es, sin duda, excesivamente alto; está usted renunciando a un pay-back impresionante. ¡Su BAIT podría ser mucho mayor! Y su “umbral de máxima competencia” seguro que está muy lejos de ser alcanzado.
El pescador se lo miraba con cara de circunstancias, mostrando una sonrisa socarrona y sin entender exactamente adónde quería llegar aquel hombre de treinta y pico años ni por qué de repente utilizaba palabras que no había oído en su vida. Y el ejecutivo siguió:
- Podría sacar muchísimo más rendimiento de su barco si trabajara más horas, por ejemplo, de ocho de la mañana a diez de la noche.

El pescador entonces se encogió de hombros y le dijo:
- Y eso, ¿para qué?
- ¡¿Cómo que para qué?! ¡Obtendría por lo menos el triple de pescado! ¡¿O es que no ha oído hablar de las economías de escala, del rendimiento marginal creciente, de las curvas de productividad ascendentes?! En fin, quiero decir que con los ingresos obtenidos por tal cantidad de pescado, pronto, en menos de un año, podría comprar otro barco mucho más grande y contratar un patrón…

El pescador volvió a intervenir:
- ¿Otro barco? ¿Y para qué quiero otro barco y además un patrón?
- ¿Que para qué lo quiere? ¡¿No lo ve?! ¿No se da cuenta de que con la suma de los dos barcos y doce horas de pesca por barco podría comprar otros dos barcos más en un plazo de tiempo relativamente corto? ¡Quizá dentro de dos años ya tendría cuatro barcos, mucho más pescado cada día y mucho más dinero obtenido en las ventas de su pesca diaria!

Y el pescador volvió a preguntar:
- Pero todo eso, ¿para qué?
- ¡Hombre! ¡¿Pero está ciego o qué?! Porque entonces, en el plazo de unos veinte años y reinvirtiendo todo lo obtenido, tendría una flota de unos ochenta barcos, repito, ¡ochenta barcos! ¡Qué además serían diez veces más grandes que la barcucha que tiene actualmente!

Y de nuevo, riendo a carcajadas, el pescador volvió:
- ¿Y para qué quiero yo todo eso?
Y el ejecutivo, desconcertado por la pregunta y gesticulando exageradamente, le dijo:
- ¡Cómo se nota que usted no tiene visión empresarial ni estratégica ni nada de nada! ¿No se da cuenta de que con todos esos barcos tendría suficiente patrimonio y tranquilidad económica como para levantarse tranquilamente por la mañana a eso de las nueve, desayunar con su mujer e hijos, llevarlos al colegio, salir a pescar por placer a eso de las diez y sólo durante cuatro horas, volver a comer a casa, hacer la siesta,…?

El pescador respondió: ¿Y eso no es todo lo que tengo ahora?

domingo, 23 de junio de 2013

“La imaginación emana de la lectura”

La lectura es imaginación y la imaginación es lo mejor de las personas.

“La imaginación se desarrolla de diferente manera en cada niño según cuál sea su forma de percibir”
¿A quién no le han gustado los cuentos de niño? ¿Quién no desearía volver a esa rosada época tan sólo por escuchar, de la voz de esa persona que le contaba cuentos de pequeño, nuevamente esas mágicas historias?
Contar cuentos a los chicos es un hábito que se ha ido pasando de generación en generación, y aún hoy, con todos los avances tecnológicos a los que estamos acostumbrados, recurrimos a esta vieja técnica para calmar a las fieras, y para enriquecerles ese universo envidiable.
Pero la importancia de leer cuentos es mucho más que conseguir que los niños se duerman, y de eso hablaremos en este artículo.
Los cuentos y las historias ayudan a los niños a desarrollar su imaginación y estimulan su lenguaje, a la vez que se establecen lazos muy fuertes entre “su cuentista” y él, es como si juntos se fueran a un universo paralelo y vivieran las más entretenidas historias.

La lectura equipa la mente solamente con los materiales para el conocimiento, de que manera te apropias   de esos conocimientos?

Capacidades que se desarrollan con la lectura

Al escuchar un cuento, los niños ejercitan la capacidad de reflexión porque deben analizar de qué forma conviene comportarse y se les inculcan valores que pueden ayudarlos a formarse como personas. Incluso a través de historias donde la crueldad es una de las principales protagonistas, pueden  comprender la vida, encontrarse con su entorno y decidir de qué forma se pueden asimilar los dolores, para que duelan menos.
Los cuentos colaboran considerablemente con el desarrollo intelectual del chico, le permiten ejercitar la capacidad de análisis y de comprensión y estimulan su memoria y su deseo de expresarse correctamente; por otro lado, gracias a estas historias, el niño entra en contacto con su yo sensible, y su sensibilidad se amplía y aprende a expresarla con más claridad.
La lectura colabora para ampliar el vocabulario de los niños lo cual trae consecuencias positivas, como que le permite leer en voz alta con mayor seguridad y tener un mejor desempeño escolar. Además, aquellos niños que están acostumbrados a escuchar cuentos, son capaces de prestar más atención en una actividad pasiva sin aburrirse y adquieren la capacidad de escuchar y entender lo que se les dice con mayor eficacia.
La lectura incentiva en el interés de los chicos por diferentes áreas, así es más posible que los niños descubran su vocación en una edad temprana y podamos ayudarlos y apoyarlos a que hagan algo positivo con ello. A través de bellas historias los chicos pueden conocer de diferentes temas, tales como historia, naturaleza, arte, números, idiomas, y muchos otros.

ACTIVIDADES DE LECTURA

Para niños pequeños, podemos leerles un cuento breve (intentando que no sea a la hora de dormir) sin llegar al final. En las últimas páginas proponerles que sean ellos quienes terminen el cuento. Si no se animan podemos promoverlo con preguntas ¿y qué crees que pasará con el enano? ¿Encontrarán el tesoro? Cuando tenga un final elaborado les planteamos que lo pinten, podemos ayudarles realizando bocetos que ellos tendrán que colorear. El dibujo debe representar lo máximo posible el final que nuestro hijo se ha inventado.
Para niños medianos, le podemos proponer que lean un cuento con nosotros y que ellos modifiquen el final. Según su nivel de desarrollo les podemos proponer que lo escriban con viñetas ilustrativas con nuestra ayuda.
Para los mayores se puede proponer que en casa se invente un final para una novela. Ellos escribirán un final y nosotros otro, y después un jurado (podría ser un tío o amigo de la familia) elegirá cuál es el mejor final.  Si tiene hermanos, el concurso puede ser entre ellos y el jurado nosotros, o también podemos proponerles que hagan el mejor final para la novela entre los dos.

Habilidades que favorece:

Conocimiento de su entorno social: Este juego supone la creación de historias en base a un hilo anterior lo que implica poner en marcha su conocimiento del mundo social y establecer hipótesis acerca de las consecuencias de determinadas acciones. Se trata de un juego que potencia la reflexión sobre las situaciones sociales y cómo éstas tienen
Creatividad: Dejar abierto un final es una idea fantástica para potenciar que nuestros hijos planteen ideas innovadoras. Se trata de dejarles abierta la puerta de todo un mundo de posibilidades que ellos pueden crear.
Hábito lector: Desarrollar la pasión  por la lectura desde pequeños es un gran aprendizaje para el resto de su vida. La mejor manera de que nuestros hijos lean, es conseguir que les guste. Si hacemos de la lectura un juego divertido seguro que ellos mismos buscarán la manera de leer más.

Autoconcepto: Ser capaz de generar una idea nueva es un ejercicio fantástico para mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos. En la infancia nuestros hijos necesitan tener la posibilidad de tener experiencias de este tipo para ir construyendo una autoestima positiva.

sábado, 22 de junio de 2013

Hoy se lee mas que antes.

http://www.elespectador.com/noticias/cultura/articulo-426854-hoy-se-lee-mas-antes

LA TRISTE REALIDAD DE NUESTRA EDUCACIÓN

 

Una escuela rural en el Cauca, que está entre las montañas de El Tambo, aislada de los contextos urbanos, en donde los niños de quinto son de baja estatura por la desnutrición; no hay biblioteca, sólo libros escolares viejos; no hay computador, porque los dos que recibieron, ya usados, se dañaron a los tres meses; al frente de la escuela hay una montaña verde, espectacular, es verde de puro pino, pino cuyo propietario es la empresa de papel Cartón de Colombia. Y me decía el director de esa escuela: “Cartón de Colombia nunca nos ha traído un cuaderno ni un libro para los niños. Explotan la madera en estas montañas para fabricar el papel para los libros, pero no conocemos esos libros”.

“Hoy se lee más que antes”
Según los resultados de las pruebas de Pirls (Progress in International Reading Literacy Study), Colombia se encuentra en los últimos lugares en comprensión de lectura. ¿A qué cree que se debe esto?

No es cierto que hay un nivel bajo de lectura. Es una falacia que está latente cada vez que se llama la atención sobre la lectura; hoy se lee más que antes. Es necesario plantear que cuando los niños y los jóvenes no tienen la posibilidad de estar en contacto con textos genuinos, es natural que otros que sí tienen esa oportunidad les lleven ventaja. Los estudiantes saben leer. Hay que darle un giro a la pregunta: ¿qué es lo que no saben leer los niños y los jóvenes? Eso es otra cosa. Que no saben leer el texto que les propuso el profesor de química, el de física o el de filosofía; en efecto, si no tienen horizonte no podrán leer adecuadamente. Uno lee bien cuando tiene horizonte o cuando sabe para dónde va.
Nadie puede leer si no se señala una perspectiva: “Vamos a leer tal texto, en el marco del proyecto pedagógico sobre los transgénicos”. Tanto el maestro como los estudiantes saben para dónde van, qué van a indagar, lanzan preguntas alrededor del proyecto y eso revela que los niños y los jóvenes sí saben leer. Estoy de acuerdo con los estudiantes cuando no leen lo que les imponen, la lectura no funciona así. La lectura es una práctica que transforma el pensamiento y que contribuye a la cualificación de las competencias comunicativas a nivel oral y escrito; eso se logra porque quien lo hace siente la necesidad de comunicar. Es entonces cuando los profesores tienen que acompañar como interlocutores, ayudando a afinar las preguntas, a escucharlos, poniéndose en su lugar, así tengan una redacción muy irregular y así titubeen al hablar; si hay ideas en lo que se escribe o se habla, ya hay un punto de partida para construir esa interlocución e ir acompañando al estudiante a mejorar los modos de escribir y de leer.

Entonces, ¿cómo interpretar los resultados del estudio de Pirls?
Los países que están arriba de Colombia son aquellos en donde los capitales simbólicos y culturales son amplios. Hay una tradición de lectura fuerte y la tradición escrita ha sido una constante a través de la historia, a diferencia de Colombia, donde la tradición oral es el soporte de la cultura; el acceso a la escritura está mediado por la fuerza de la oralidad. Ahora bien, algo que nadie dice cuando se analizan los ratings es que Colombia, con sus violencias y la inconsistencia de su educación, aparece por encima de países con una economía muy estable, como Qatar y Arabia Saudita.
En el caso de Colombia, ¿qué podemos esperar de su educación con estas relaciones sociales tan desiguales y la falta de compromiso de los gobiernos con las políticas educativas? Hay que ir a las escuelas de los pueblos en donde toman las muestras para dictaminar los niveles de lectura. Por ejemplo, una escuela rural en el Cauca, que está entre las montañas de El Tambo, aislada de los contextos urbanos, en donde los niños de quinto son de baja estatura por la desnutrición; no hay biblioteca, sólo libros escolares viejos; no hay computador, porque los dos que recibieron, ya usados, se dañaron a los tres meses; al frente de la escuela hay una montaña verde, espectacular, es verde de puro pino, pino cuyo propietario es la empresa de papel Cartón de Colombia. Y me decía el director de esa escuela: “Cartón de Colombia nunca nos ha traído un cuaderno ni un libro para los niños. Explotan la madera en estas montañas para fabricar el papel para los libros, pero no conocemos esos libros”.

¿Podemos decir que continuamos enseñando a leer y escribir como hace 50 años?
Hay una tendencia cada vez mayor a abandonar los textos canónicos escolares, instructivos, y a trabajar con textos genuinos y diversos. Por eso las editoriales escolares se quejan de los descensos en sus ventas, frente a lo cual ofrecen premios para que los maestros sigan pidiendo los libros de texto. Es horrendo vincular de manera tan obsesiva a la educación con los intereses comerciales; estas editoriales no consideran las perspectivas innovadoras y los gobiernos no controlan la calidad en los enfoques. Los lineamientos curriculares y los estándares para las diferentes áreas están a tono con los enfoques contemporáneos en educación, pero los libros de texto los tergiversan, porque simplemente reciclan los mismos contenidos de hace cincuenta años.
Hace poco me encontré en una escuela con un libro de distribución gratuita para las escuelas públicas, es decir, distribuido por el Ministerio, con los mismos esquemas del bla, ble, bli, blo, blu para iniciar a los niños en la lectura y la escritura, cuando esto lo cuestionamos en los lineamientos curriculares de lengua castellana. La agencia gubernamental no es consecuente con lo que declara, porque los lineamientos van por un lado y los materiales de lectura por una vía contraria. Si a las escuelas en lugar de libros de texto llegasen antologías de poesía, de cuento, de ensayo, de textos de divulgación científica, de materiales genuinos, como en efecto este año ha comenzado a hacerlo el Ministerio —y sólo ahora—, los muchachos volarían; porque el problema no es que los niños y los jóvenes no sepan leer sino qué les ofrecemos para leer y para qué. Me asombra cómo les encantan a los niños los libros, pero hay pocos en las escuelas rurales. En muchas de estas escuelas los organismos internacionales que evalúan la educación, como Pirls, Pisa o Llece, toman las muestras para dictaminar que tenemos índices muy bajos en lectura, pero qué hemos de esperar si hay poco para leer en estas escuelas y, de otro lado, los docentes se educaron a distancia y la educación a distancia es de bajísima calidad.

En las regiones apartadas de las grandes capitales, no sólo no hay bibliotecas, sino que tampoco hay gente que incentive la lectura en los niños.
Los ministerios de Cultura y de Educación cuentan con programas para incentivar la lectura; cabe preguntar qué tipo de talleres hacen. Es necesario trascender la visión de la lectura que ancla la interpretación en lo literal para promover el placer de leer. No me parece que insistir en el placer de leer contribuya a incentivar la lectura. Para leer un texto, todo sujeto padece. Padecemos cuando tratamos de entrar al universo semántico de un determinando texto, luchamos para entender los códigos específicos del texto, leer es trabajar con el pensamiento; tenemos que ir y volver y devolvernos, en una relación que nos asegura la comprensión.

Los talleristas fijan la idea del placer de leer, pero obstaculizan el acceso a la comunidad letrada; ingresar a la comunidad letrada implica tener las herramientas culturales y textuales para hacer detonar el universo de los textos. Los textos se caracterizan porque representan a través de las palabras y de las imágenes los mundos en los que vivimos, pero estos mundos no aparecen en la inmediatez de la lectura, son construidos por el lector. Los sujetos que de una manera muy versátil y ágil navegan en los libros y viven el asombro cuando logran descubrir los procesos manipulatorios de los sujetos que hablan en los textos y reconstruyen los múltiples saberes contenidos en ellos, asumen el rol de lectores críticos.

¿El problema no sería, entonces, que los niños no sepan leer, sino que los adultos encargados de guiar el proceso lector no sabemos leer?
Sí, ese es el planteamiento. Si empezamos desde ahora, en unas dos o tres generaciones habrá cambios importantes. Colombia acaba de salir de una situación de analfabetismo preocupante. Hasta los años sesenta, el analfabetismo en Colombia era delicado, y sólo ha logrado avanzar hasta ahora en la cobertura en la educación primaria completa y apunta hacia la secundaria completa y hacia el ciclo de educación media, que es incompleta y superficial. La educación se transforma por décadas. Vendrán generaciones más potentes en el modo de interpretar los textos. La cantidad de personas que asisten a la Feria del Libro es una señal y lo que vemos en las bibliotecas de Bogotá y de Medellín indica que la gente quiere leer; pero no perdamos de vista las grandes carencias en las zonas rurales de Colombia, en donde hemos padecido la guerra. Con el tiempo se va a demostrar que no le atañe exclusivamente a la escuela el saber leer adecuadamente, sino a las familias. Y en los casos de las familias fragmentadas, al Estado. Allí es donde la investigación tiene que llamar la atención sobre la importancia de que los talleres respondan a la formación de lectores críticos y no simplemente de lectores alfabetizados.
Por: Claudia Camacho y Diego Pérez Medina