La lectura es imaginación y la imaginación es lo mejor de las personas.
¿A quién no le han gustado los cuentos de niño? ¿Quién no desearía volver a esa rosada época tan
sólo por escuchar, de la voz de esa persona que le contaba cuentos de
pequeño, nuevamente esas mágicas
historias?
Contar cuentos
a los chicos es un hábito que se
ha ido pasando de generación en generación, y aún hoy, con todos los
avances tecnológicos a los que estamos acostumbrados, recurrimos a esta vieja
técnica para calmar a las fieras, y para enriquecerles ese universo envidiable.
Pero la importancia de leer cuentos es mucho más que conseguir que los niños se
duerman, y de eso hablaremos en este artículo.
Los cuentos y las historias ayudan a los niños a
desarrollar su imaginación y estimulan su lenguaje, a la vez que se establecen
lazos muy fuertes entre “su cuentista” y él, es como si juntos se fueran a un universo paralelo y vivieran las
más entretenidas historias.
La lectura equipa la mente solamente con los materiales para el conocimiento, de que manera te apropias de esos conocimientos?
La lectura equipa la mente solamente con los materiales para el conocimiento, de que manera te apropias de esos conocimientos?
Capacidades que se desarrollan con la lectura
Al escuchar un cuento, los niños ejercitan la capacidad de reflexión porque
deben analizar de qué forma conviene comportarse y se les inculcan valores que
pueden ayudarlos a formarse como personas. Incluso a través de historias donde
la crueldad es una de las principales protagonistas,
pueden comprender la vida,
encontrarse con su entorno y decidir de qué forma se pueden asimilar los
dolores, para que duelan menos.
Los cuentos colaboran considerablemente con el desarrollo intelectual del chico, le
permiten ejercitar la capacidad de análisis
y de comprensión y estimulan su memoria y su deseo de expresarse
correctamente; por otro lado, gracias a estas historias, el niño entra en
contacto con su yo sensible, y su sensibilidad se amplía y aprende a expresarla
con más claridad.
La lectura colabora para ampliar el vocabulario de
los niños lo cual trae consecuencias positivas, como que le permite leer en voz
alta con mayor seguridad y tener un mejor desempeño escolar. Además, aquellos
niños que están acostumbrados a escuchar cuentos, son capaces de prestar
más atención en una actividad pasiva sin aburrirse y
adquieren la capacidad de escuchar y entender lo que se les dice con mayor
eficacia.
La lectura incentiva en el interés de los chicos por diferentes áreas,
así es más posible que los niños descubran su vocación en una edad temprana y
podamos ayudarlos y apoyarlos a que hagan algo positivo con ello. A través de
bellas historias los chicos pueden conocer de diferentes temas, tales como
historia, naturaleza, arte, números, idiomas, y muchos otros.
ACTIVIDADES DE LECTURA
Para niños pequeños, podemos
leerles un cuento breve (intentando que no sea a la hora de dormir) sin llegar
al final. En las últimas páginas proponerles que sean ellos quienes terminen el
cuento. Si no se animan podemos promoverlo con preguntas ¿y qué crees que
pasará con el enano? ¿Encontrarán el tesoro? Cuando tenga un final elaborado
les planteamos que lo pinten, podemos ayudarles realizando bocetos que ellos
tendrán que colorear. El dibujo debe representar lo máximo posible el final que
nuestro hijo se ha inventado.
Para niños medianos, le podemos proponer que lean un
cuento con nosotros y que ellos modifiquen el final. Según su nivel de
desarrollo les podemos proponer que lo escriban con viñetas ilustrativas con
nuestra ayuda.
Para los mayores se puede proponer que en casa se
invente un final para una novela. Ellos escribirán un final y nosotros otro, y
después un jurado (podría ser un tío o amigo de la familia) elegirá cuál es el
mejor final. Si tiene hermanos, el concurso puede ser entre ellos y el
jurado nosotros, o también podemos proponerles que hagan el mejor final para la
novela entre los dos.
Habilidades que favorece:
Conocimiento de su
entorno social: Este juego supone la creación de
historias en base a un hilo anterior lo que implica poner en marcha su
conocimiento del mundo social y establecer hipótesis acerca de las
consecuencias de determinadas acciones. Se trata de un juego que potencia la
reflexión sobre las situaciones sociales y cómo éstas tienen
Creatividad: Dejar abierto un final es una idea fantástica para potenciar que
nuestros hijos planteen ideas innovadoras. Se trata de dejarles abierta la
puerta de todo un mundo de posibilidades que ellos pueden crear.
Hábito lector: Desarrollar la pasión por la
lectura desde pequeños es un gran aprendizaje para el resto de su vida. La
mejor manera de que nuestros hijos lean, es conseguir que les guste. Si hacemos
de la lectura un juego divertido seguro que ellos mismos buscarán la manera de
leer más.
Autoconcepto: Ser capaz de generar una idea nueva es un ejercicio fantástico para
mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos. En la infancia nuestros hijos
necesitan tener la posibilidad de tener experiencias de este tipo para ir
construyendo una autoestima positiva.
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